Las cartas primeras del Tarot estaban pintadas en pergamino o en delgadas làminas de marfil, plata y hasta oro. Los dibujos tenían que hacerse y colorearse a mano en cada una de las cartas. Por eso, constituyeron un juguete o pasatiempo de la gente noble, que podía permitirse el lujo de encargar a un artista la pintura de su propia baraja. Muchas veces la aristocracia hacia reproducir los retratos de los miembros de su familia en las figuras de las cartas.
Con el tiempo, podían obtenerse cartulinas hechas a mano, para dibujar en ellas las figuras y pintarlas con diversos colores. Posteriormente (hacia el año 1430) en Nuremberg se elaboraban impresiones con bloques de madera talladas manualmente. Por eso, algunas de las cartas primitivas son de diseño tosco y sus detalles no se distinguen con claridad.
Para reducir el costo de la baraja del Tarot, o acaso posiblemente porque no se utilizaban los Arcanos Mayores en el juego del tarot, estas 21 cartas se suprimieron, lo mismo que las cuatro reinas. En tiempos posteriores, estas últimas volvieron a incorporarse a algunas barajas, eliminándose de ellas los reyes. Así son las que se utilizan todavía para el juego del tarot esparto' e italiano.
En las cartas de la región meridional de Alemania se elaboraron tipos algo diferentes: campanas para los pentàculos, bellotas para las espadas, hojas para los bastos, y corazones para las colas.
Las cartas que se reproducen en este blog no son sino uno de los numerosos conjuntos que han ido apareciendo durante la larga historia del Tarot. Son las que personalmente utilizo) A. E. Waite en su libro A Pictorial Key to the Tarot ("Clave pictorica del Tarot”), 1910, y que se han generalizado en la mayor parte del Mundo de habla inglesa. Como las dio a la luz por primera ves la firma William Rider Son, Ltd., se llama baraja Rider.
bibliografia: Gray, Eden. Guia Completa Para el Tarot. Editorial Diana 1a.ed 1976
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